Como especialistas en el mantenimiento de pavimentos y en la instalación de los mismos, sabemos por experiencia que el pavimento slurry es uno de los más versátiles que existen en el mercado. A pesar de su extraño nombre, que resulta desconocido para la gran parte de la ciudadanía, tiene multitud de usos. Desde pavimentos industriales y zonas de estacionamiento de vehículos con tráfico ligero, a acceso de chalets, tratamiento de isletas o medianas, en obra civil y carreteras, pasando por la pavimentación de zonas deportivas, incluido carriles bici y hasta vías peatonales o paseos en zonas recreativas.
Pero ¿de qué está formado el slurry que instalamos en Pavimentos Pavipor? Se trata de un mortero con consistencia de lechada, fabricado con emulsión de resina sintética, árido de granulometría seleccionada y pigmentos. Dicho así, los no entendidos se habrán quedado igual que estaban. Por eso queremos explicarte las ventajas del slurry, cuyas propiedades fundamentales es que es antideslizante, impermeable y no tóxico. Es muy adecuado para regularizar superficies y, por qué no decirlo, no deja de lado el factor decorativo para ser un pavimento, ya que puede ser de diferentes colores.
En cuanto al mantenimiento de pavimentos de slurry, hay que decir que es resistente a la intemperie y a la abrasión en seco, aunque tiene como principal punto débil que, al estar hecho de asfalto en su mayor parte, su agarre no es muy bueno y esto hace que en poco tiempo aparezcan desconchones en el pavimento. En cualquier caso, se trata de una opción de las más económicas y, por ello, de las más utilizadas.