Los pavimentos de suelos como los de azoteas, patios y otros espacios de exteriores requieren ciertas características para que su durabilidad sea óptima y no se formen imperfecciones. Una de estas es el manejo del drenaje del agua de lluvia. Es por esta razón que se utilizan los pavimentos drenantes en azoteas y patios, para evitar la acumulación de líquidos que deformarán el suelo.
Los pavimentos drenantes ofrecen una gran porosidad, evitándose así la formación de charcos y lagos en la superficie, y por tanto dificultando la aparición de hielo (lo cual, a su vez, evita que el suelo sea más resbaladizo). Por tanto, estas superficies continuarán siendo planas durante más tiempo, soportando en mayor grado las inclemencias del tiempo.