Los sistemas antifisuras para pavimentos son sistemas de revestimiento plástico de suelo. Son colocados sobre un soporte que permite el ascenso de la humedad dentro del volumen de circulación de la infracapa, separando de ese modo la interrupción brutal que aparece bajo el efecto de esfuerzos tanto internos como externos.
Tomando como ejemplo el suelo asfaltado de una obra civil para unas instalaciones deportivas, vamos a explicar los procesos a los que se debe someter el suelo para la construcción de un sistema antifisuras. Para empezar, un estudio de la naturaleza del suelo y su preparación supone un factor fundamental a la hora de instalar estos revestimientos. El soporte para la instalación será un revestimiento asfaltado sobre el que se ha colocado una resina sintética o similar. Además, ese soporte llevará expuesto a la intemperie desde hace varios años. Por supuesto, su aspecto reflejará su deterioro, un mal estado fruto de los esfuerzos internos y externos.
Colocación de los sistemas antifisuras
El proceso comienza con la preparación de la superficie, para lo cual se somete al soporte a un proceso de destapado mecánico (granallado, rascado, etc.). Es de especial importancia mencionar que la superficie existente debe ser perfectamente plana para que las obras de este nuevo procedimiento se puedan finalizar íntegramente.
Tras el proceso de preparación, toca el turno de colocar la membrana, una subcapa de interposición a base de PVC que se aplica sobre una tela de vidrio. Sus soportes, expandidos del revés, permiten la transmisión de la humedad al volumen de circulación necesario para parar la interrupción brutal que aparece por los esfuerzos internos o externos.
Posteriormente se procede a la colocación y encolado de la capa de 4 mm. Esta es una subcapa alisada que está constituida por unas fibras de caucho aglomeradas por un aglutinante puro, con una densidad y estructura que deben responder a las exigencias de los deportistas que van a usar esas instalaciones. Este sistema es polivalente: el valor de reducción de la fuerza puede ser modulado dependiendo del espesor del Régupol.
Con esa capa aplicada llega la hora de colocar una resina acrílica a temperatura ambiente sobre el terreno. La función de este aplicado es la de tapar los poros de la capa de gránulos de caucho o de espuma de poliuretano, además de igualar las juntas entre los rollos de la capa. De este modo podrán recibir la resina técnica en óptimas condiciones de aplicación. Esto se realiza en una capa, con una paleta de caucho flexible.
La resina técnica que mencionamos anteriormente se aplica justo después. Este revestimiento es de tipo sintético pelicular. Su fórmula, de nueva generación, ha sido diseñada para satisfacer a los colocadores y facilitar las obras de instalación. Es un aglutinante elastómero en fase acuosa, resistente y plástico, disponible en una gama de colores de pigmentos especialmente seleccionados por su alta resistencia a la luz ultravioleta. Esta resina se aplica en dos capas.
Después de lo anterior, toca dar el acabado final al suelo. Esta capa asegura el acabado y la capa de desgaste, garantizando además una óptima combinación entre el deslizamiento y el bloqueo del pie al practicar deporte. Finalmente, se procede a realizar el marcaje del suelo para practicar la actividad deportiva correspondiente. En nuestro caso, esas trazas de marcado las realizamos exclusivamente con nuestra resina recomendada para las líneas y las aplicamos con cepillo.
Si necesitas un sistema antifisuras para los pavimentos de tus instalaciones deportivas, no dudes en consultar con Pavimentos Pavipor.